La introducción de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos podría tener serias repercusiones para Harley-Davidson. Los analistas temen que los aranceles europeos puedan expulsar a las motocicletas estadounidenses del mercado.
La sombra de los aranceles sobre los V-Twins estadounidenses
La avalancha de aranceles impuesta por Donald Trump a todos los estados del mundo ha creado un terremoto en el comercio internacional, y el sector de las motocicletas no es una excepción. Si bien algunos países disfrutan de aranceles más bajos, la Unión Europea, junto con China, Japón y Taiwán, ha sido identificada como uno de los principales “infractores”. El director financiero de Harley-Davidson, Jonathan Root, expresó su preocupación por la agresividad de las marcas extranjeras que se benefician de menores costos de producción y bajos aranceles de importación en Estados Unidos. Sin embargo, la medida de Trump desencadenó la previsible reacción en cadena: la UE se dispuso a imponer aranceles de represalia a las importaciones estadounidenses, incluidas las motocicletas que ya estaban sujetas a nuevos aranceles.
El impacto de tales medidas podría ser devastador para la compañía con sede en Milwaukee en algunos de sus mercados europeos más importantes. Tomando Dinamarca como ejemplo, como informan varios medios, una Harley-Davidson Road Glide, que se vende en Estados Unidos por unos 28.000 dólares, podría alcanzar un precio de 124.000 dólares debido a los nuevos aranceles de la UE y los impuestos locales. Aunque el mercado danés representa una porción relativamente pequeña del panorama europeo de motocicletas, el ejemplo ilustra claramente los posibles aumentos de precios que pueden ocurrir incluso en países con mayores volúmenes de ventas.
Michael Uhlarik, analista del mercado financiero estadounidense, advirtió que un aumento de precios de hasta el 10-20%, combinado con una posible aversión a las marcas estadounidenses (ver los recientes boicots sufridos por Tesla), podría representar un «golpe mortal» para Harley-Davidson en Europa, donde fabricantes como BMW, Ducati y Triumph gozan de una fuerte presencia y reputación.
Un precedente costoso y un futuro incierto
Esta no es la primera vez que Harley-Davidson se encuentra en medio de una guerra comercial. En 2018, durante la primera presidencia de Trump, la imposición de aranceles del 25% a las motocicletas estadounidenses obligó a la empresa a asumir 166 millones de dólares adicionales en costos y a considerar establecer una base de producción en Tailandia para eludir futuras disputas comerciales. Sin embargo, en este nuevo escenario, parece que incluso las motocicletas fabricadas fuera de Estados Unidos podrían no ser inmunes a los aranceles. La situación actual parece aún más crítica, con aranceles potencialmente más altos y una reacción europea más decisiva. En resumen, dado que Trump parece decidido a seguir un camino que probablemente será devastador para el equilibrio económico mundial, aún está por verse si Harley-Davidson podrá absorber estos costos adicionales o si se verá obligada a trasladarlos a los consumidores.