Adelantar coches es una de las maniobras más practicadas por los motociclistas, pero puede ser arriesgado. Estas son las reglas para hacerlo con seguridad.
La moto parece hecha para adelantar: sin obstáculos y con una aceleración vertiginosa, adelantar es casi “natural”. Dicho esto, sigue siendo una maniobra arriesgada, que sólo debe implementarse cuando las condiciones de la carretera y del tráfico lo permitan. Es fundamental comenzar con los conceptos básicos de una maniobra que, a primera vista, parece sencilla y lineal. Aquí tienes seis consejos:
1) Pregúntate siempre: “¿Es realmente necesario adelantar en este momento?” La respuesta depende de la visibilidad, las condiciones de la carretera y el tráfico. Manténgase fuera de su carril y evalúe si el espacio frente al vehículo que desea pasar está libre de peligros como intersecciones, autos estacionados o peatones. Compruebe también el tráfico que viene en sentido contrario o los vehículos que puedan estar girando hacia el carril de adelantamiento.
2) Evite acercarse demasiado al vehículo que está adelantando, ya que esto puede obstruir su visión y hacer más peligrosa la salida de la maniobra.
3) Mírate al espejo para tener una visión completa de la situación que te rodea.
4) Tan pronto como se encienda la señal de giro (también conocida como intermitente), revise nuevamente los espejos y eche un último vistazo hacia un costado para estar seguro.
5) Ingresa al carril de adelantamiento, manteniendo una distancia lateral segura con el vehículo que estás adelantando.
6) Utilizar la potencia y el par del motor para completar el adelantamiento rápidamente, volviendo a su carril de forma segura y sin superar el límite de velocidad.
Por supuesto, si la moto tiene suficiente potencia, es posible inclinarse un poco hacia el carril de adelantamiento para comprobar la visibilidad y luego acelerar para completar la maniobra. Sin embargo, si la moto no es muy potente, es necesario prestar más atención; Los adelantamientos dependen más del tiempo y de la gestión de la velocidad. Es una buena práctica cambiar a una marcha más baja o dos antes de empezar a adelantar para mejorar la respuesta del motor y hacer la maniobra más rápida.
No des nada por sentado
Ya sea usando su teléfono inteligente, el sistema de navegación o hablando con un pasajero, es muy fácil distraerse. Por otro lado, los motociclistas necesitan estar más atentos a lo que sucede en la carretera, observando el comportamiento de otros usuarios de la vía a través de las ventanillas traseras o laterales, para poder entender y quizás predecir sus movimientos. Señales como ligeras oscilaciones en la trayectoria pueden indicar, por ejemplo, una distracción (o peor aún, un conductor bajo los efectos del alcohol o las drogas).
En algunos casos, los conductores tienen la amabilidad de facilitar el adelantamiento moviéndose a un lado, pero nunca debes asumir que realmente notan la motocicleta o que es seguro adelantar. De nuevo, ten cuidado. En carreteras de doble calzada, puede utilizar su posición para ver más allá del tráfico y anticipar posibles peligros.
Peligros al adelantar
A veces puedes notar un peligro potencial al adelantar. En estos casos, si la maniobra aún no se ha completado por completo, puede ser más seguro reducir la velocidad y permanecer detrás del vehículo en lugar de acelerar más y correr riesgos. También es importante evaluar con antelación el espacio disponible después de un adelantamiento, para evitar encontrarse en una posición crítica más adelante. Es útil señalar su presencia al vehículo que está adelantando, por ejemplo, desplazándose ligeramente hacia su carril para aumentar la visibilidad en los espejos.
Tenga siempre presente que a muchos conductores “les gusta” hacer giros bruscos sin usar las direccionales ni mirarse por el espejo. Este es un peligro que siempre debemos tener presente: es importante estar lo más seguros posible de que el conductor no tiene intención de realizar un giro, asegurándonos de que nos ha visto o retrasando el adelantamiento si nos acercamos a una carretera secundaria que permite el giro.